La tradición de la medicina herbaria nativa es a menudo pasada por alto en estos días a favor de las tradiciones Chinas, o Ayurvédica. Esta es una gran pena cuando todas las hierbas usadas por los sanadores o curanderos nativos crecen en forma silvestre en Latinoamerica. En lugar de cultivar en nuestros jardines, tenemos que pagar cientos de dólares para que nos envíen los frascos procedentes de China o la India. Al mismo tiempo, ignoramos muchas otras lecciones que la curación indígena nativa tiene para nosotros.
En qué consiste el poder de curarse a sí mismo
Tradicionalmente se creía que el poder de las hierbas medicinales para curar descansa en parte en las plantas, en parte en el sanador, y en parte de la persona que está siendo curada. Hoy en día, la medicina occidental convencional, nos anima a creer que todo el poder recae en los médicos y el medicamento. Nosotros no tomamos ninguna parte de la responsabilidad de nuestra propia enfermedad o la curación, y eso es un gran error.
Mientras que las plantas sin duda tienen efectos médicamente observables, también es cierto que nuestra actitud cuando se utiliza un remedio tiene una gran cantidad de poder. La creencia de que el tratamiento le ayudará es importante, y también lo es tener un verdadero deseo de ponerse bien y que no se vea afectado poniendo la atención en estar enfermo.
El poder de los tratamientos naturales a base de hierbas utilizados por los nativos indígenas se vio reforzada por la confianza que tenían en lo espiritual, casi mágico, el poder de los curanderos. El curandero o chamán se elije de acuerdo a su posición de nacimiento en la sociedad y su talento natural. A menudo, no habría una relación de parentesco con la medicina y la religión tribal. Se podría considerar que la fe ciega en los médicos modernos tiene el mismo efecto, pero no es así, porque el aspecto espiritual ha desaparecido.
La Medicina fue vista como una cuestión de tratar con el espíritu tanto como con el cuerpo, y muchas ceremonias fueron practicadas tanto por los sanadores como por la persona que está siendo tratada o su familia. Un efecto importante de las ceremonias que el sanador realiza es para aumentar la conciencia y la concentración de modo que incluso sin ninguna de las pruebas de laboratorio que se realizan en estos días, bien podría diagnosticar el problema y ver el mejor remedio, no sólo para la enfermedad, sino para la persona. Las ceremonias llevadas a cabo por la persona afectada limpian el cuerpo y la mente a fin de prepararla para hacer el mejor uso posible del remedio cuando es tomado.
Este aspecto espiritual de la medicina herbaria es completamente ignorado en la actualidad. Se toman remedios herbarios en mayor parte de la misma manera que se toman medicamentos químicos, en el supuesto de que la sustancia tiene todo el poder de curar y nosotros no tenemos ninguno.
De hecho, muchos médicos, así como profesionales de la medicina alternativa de hoy en día estaría de acuerdo en que es la persona enferma que hace la curación, y no el remedio. La capacidad del cuerpo para curarse a sí mismo, se conoce como homeostasis, es la raíz de toda la recuperación. Funciona mediante la expulsión de toxinas, luchando contra la enfermedad con anticuerpos. Todos lo que hace la medicación es para ayudar durante el proceso y eliminar los obstáculos a la recuperación.
Si somos capaces de alejarnos de la visión tradicional occidental que el cuerpo y la mente o el espíritu son dos cosas separadas, la importancia de un aspecto espiritual de la curación se vuelve muy claro. El estado de ánimo de la persona enferma es tan importante en el proceso de recuperación como el estado de su cuerpo.
Esto no quiere decir que tenemos que realizar danzas tribales o rituales complicados. Podemos sustituirlos por otras prácticas espirituales como la meditación y la oración. Sin embargo, el estudio del aspecto espiritual de la medicina herbaria nativa nos puede ayudar a cambiar nuestro enfoque y entender que en cierto sentido, siempre se tiene el poder de curarse a sí mismo.
